El cuidado de tu boca está en tus manos, empieza por seguir diariamente estos cinco sencillos pasos:
Cepilla tus encías y dientes con dentífrico.
Usa la seda dental o cepillos interdentales.
Enjuágate con un colutorio, cuando esté indicado y que no tenga demasiado alcohol.
Renueva tu cepillo cada tres meses.
Visita a tu dentista con frecuencia.
Aunque siguiendo estos pasos tu salud bucodental no debería correr riesgos, existen otros factores nocivos como el tabaco, el estrés, enfermedades generales, algunos cambios hormonales… que pueden afectarnos seriamente. Por ello, debes estar atento a ciertas señales básicas como enrojecimiento o sangrado de encías, halitosis o aumento de la sensibilidad, y acudir a nuestra clínica para evitar problemas mayores.
En este aspecto, huye de los mitos sobre la salud bucodental, tics sociales tan arraigados como equivocados. Aquí un botón de muestra:
- “Después de comer, mi palillo de dientes que no falte”.
- “Como los cepillos duros ninguno”.
- “El enjuague bucal, cuanto más fuerte mejor”.
- “Si te sangran las encías, deja de cepillarte los dientes”.
- “Mi dieta no tiene nada que ver con el estado de mi boca”.
- “Las limpiezas dentales desgastan el esmalte”.