En el post de hoy, entrevistamos a Begoña Faus Mascarell, doctora y gerente de nuestra Clínica Dental Noviembre. Begoña nació en Valencia, se licenció en odontología en el 2003, posee un postgrado en Ortodoncia y Endodoncia y otro en Estética por la Universitat Internacional de Catalunya en colaboración con la Clínica Aparicio, con los mejores ponentes a nivel internacional. A lo largo de los años, ha ido realizando diversos masters en el sistema Damon e Invisalign.
¿Por qué decidiste ser odontóloga? ¿De dónde viene tu vocación?
Es una historia que suelo contar a mis pacientes, sobre todo a los más pequeños. Cuando era pequeña acompañaba a mis hermanas al dentista y cuando estaban sentadas en el sillón siempre le preguntaba a nuestro dentista si podía acercarme para mirar. Me llamaba mucho la atención y a partir de ahí empecé a decir que de mayor quería ser dentista.
¿Cuándo decidiste fundar tu propia clínica?
El Dr. Carlos y yo nos graduamos en 2003 y empezamos trabajando para otros centros, compaginando nuestro trabajo con nuestra formación. Cuando acabamos nuestros respectivos másteres decidimos que era el momento de emprender nuestro propio proyecto.
¿Qué te empujó a ello?
La ilusión de tener un proyecto en común donde poder ejercer una odontología de vanguardia y calidad sin escatimar en los medios y dedicando el tiempo necesario a cada uno de nuestros pacientes.
¿Cuánto tiempo llevas al frente de la Clínica Noviembre?
Pues casi 9 años, abrimos las puertas en junio de 2007 y ha sido una experiencia muy gratificante. Empezamos el Dr. Carlos, la Auxiliar Rocío Hidalgo y yo, y poco a poco hemos ido creciendo hasta ser en la actualidad una plantilla de 7 personas.
¿Crees que las clínicas dentales necesitan que los propietarios trabajen con los pacientes? ¿Por qué?
Creo que es fundamental, si no es así se pierde de vista que una clínica dental es un centro sanitario y pasa a ser un centro puramente mercantilista donde lo que importa no es la salud de los pacientes sino la facturación de la empresa.
¿Qué opinas de la proliferación de clínicas low cost?
Bajo mi punto de vista, mal llamadas low cost porque no es que tengan precios más bajos sino que lanzan publicidades engañosas en donde fraccionan un tratamiento único en varios apartados, pero que, al sumar los distintos apartados, el precio final del tratamiento es mucho más caro del que anuncian.
¿Últimamente hay muchos problemas con las franquicias dentales, qué crees que os diferencia?
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de estos centros, en Noviembre no hay apenas rotación de nuestra plantilla, nos gusta que los pacientes nos sientan como personas cercanas con las que establecer un vínculo de confianza. Por otro lado, está además la calidad de nuestros tratamientos, no sólo por los materiales y aparatología que empleamos sino también por las técnicas ya que toda la plantilla está en constante formación.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Y lo que más te gusta del trato con tus pacientes?
Sin duda la ortodoncia y la estética, son dos especialidades que me apasionan. Los tratamientos de ortodoncia suelen ser tratamientos largos y eso te permite estrechar lazos con los pacientes. Me gusta sentir que confían en mi trabajo y que me aprecian.
¿Cómo crees que evolucionará la atención odontológica en los próximos años?
Pues creo que a la gente le preocupa cada vez más de su imagen y por ello, demandan cada vez más estética. Desde blanqueamientos a carillas de porcelana, ortodoncia invisible, dientes sobre implantes en un día, etc. Pienso que ese es el futuro.