Las uvas de la suerte y nuestros dientes

Falta muy poco para que despidamos el año 2016 y, como todas las Nocheviejas, vivamos uno de esos momentos tan especiales que son difíciles de olvidar. Comeremos las 12 uvas al son de las 12 campanadas, que marcan el final de un año y el comienzo de otro. Nos cargamos de energía, planificamos nuevos propósitos y nos marcamos nuevas metas. Y todo ello, siguiendo una de las tradiciones más bellas y entrañables de nuestro país. Pero, ¿cómo puede afectar esta bonita costumbre a nuestra salud dental?

Cuidado con las pepitas

La verdad es que comer una uva por segundo es una tarea que requiere una concentración especial, pero aún resulta más dificultosa cuando, al masticar, nos encontramos con las temidas semillas… ¡y en una ingesta contrarreloj! Es cierto que la semilla de la uva posee un buen número de beneficios para nuestro organismo (es buena para el cabello, la circulación, para la piel…), pero intentar masticar decenas de pepitas en un momento como éste será, cuando menos, sinónimo de una complicada higiene posterior, y probablemente puedan provocarte tambien roturas de dientes y empastes. Además, con frecuencia vivimos este evento fuera de casa, sin posibilidad de cepillarnos, y no es precisamente recomendable que se depositen huesecitos entre los dientes.

Un blanqueador natural

Lo dicho, a veces disfrutamos de las campanadas en la plaza de nuestro municipìo, en una fiesta, etc. En estas circunstancias, es habitual que no tengamos a mano nuestro cepillo de dientes. Pero en este punto encontramos una propiedad muy favorable de la uva. Resulta que esta fruta es un blanqueador natural de nuestra dentadura. Esto se debe al alto contenido en ácido málico, componente que además le da el característico color verde a la uva. ¡Pásalo muy bien esta Nochevieja! ¡Feliz 2017!