Desde hace ya unos años las clínicas dentales que se conocen como “low cost” han vivido una continua expansión, hasta el punto de que resulta extraño hoy en día no encontrar alguna en cualquier manzana. Un modelo de negocio que, curiosamente, sólo está presente en España, que se ha posicionado así como el país con los servicios dentales más económicos de Europa… en principio, como veremos a continuación.
Aunque la ley obliga a la presencia de profesionales del sector, hay prácticas que están permitiendo saltarse esto. Como explicó nuestra gerente Begoña Faus en su última entrevista, es fundamental que este requisito se cumpla ya que, de lo contrario, el único fin que primará en ese modelo de clínica será la facturación frente a la salud de los pacientes.
Otro perjuicio muy preocupante del fenómeno “low cost” dental es precisamente la propagación de ese concepto, en cuanto a su cuestionable veracidad. La publicidad de este tipo de clínicas incurre con frecuencia en promesas engañosas, ya que al dividir los tratamientos muestra en sus mensajes apartados aislados de éstos. En otros casos, sí es cierto que se ofrecen precios reducidos, pero con un grave menoscabo en la calidad de los materiales empleados. A este respecto, incluso se han detectado implantes que no han superado los controles de la Unión Europea.
Recomendamos en definitiva tener cuidado con todos estos impactantes mensajes, ya que está en juego nuestra salud, que no se rige por una lógica meramente mercantilista. Apostemos siempre por un buena atención médica, por unos buenos profesionales que nos traten como pacientes y no como simples actores de una transacción económica.