Una breve historia del blanqueamiento dental

Desde tiempo inmemorial la dentadura ha sido una parte importantísima de las personas, no sólo para su salud, sino por supuesto desde un punto de vista estético. Así, tener los dientes con un aspecto reluciente ha sido en ocasiones sinónimo de determinados significados sociales, generalmente relacionados con estatus y prestigio. El blanqueamiento dental ha evolucionado mucho; aquí te ofrecemos un breve recorrido histórico por sus formas y técnicas.

El color «cultural» de los dientes

En la prehistoria, el hombre de la caverna interpretaba que unos caninos grandes y blancos eran un signo de poder y fuerza En la antigua China Imperial existía una costumbre por la cual las mujeres que enviudaban se teñían los dientes de colores oscuros. El objetivo de esta curiosa tradición era «perder su belleza» a propósito tras la muerte del marido. En el Japón feudal oscurecer la dentadura también tenía un significado muy singular llamada Ohaguro. Esto era un signo de ostentación de una posición social elevada, pero la costumbre fue desapareciendo sobre todo a partir de 1873, con la aparición con la emperatriz Shōken, y su «nueva moda» de mostrarse con los dientes blancos.

Un siglo de blanqueamiento

Desde hace más de cien años usamos el peróxido de hidrógeno y el ácido clorhídrico como componentes básicos para los procesos de blanqueamiento. Podríamos decir que 1895 es el año en el que se empieza a emplear el hidrógeno, cuando es mezclado con éter (alcohol). Sin embargo, no es hasta 1918 cuando se sientan las bases de la técnica actual. Hace casi cien años fue Abbot quien introdujo el peróxido de hidrógeno, un componente que se activaba con luz y calor, y que demostró ser muchísimo mejor que las técnicas abrasivas hasta entonces empleadas. Durante los años siguientes las técnicas consistieron en mezclar distintos compuestos a distintos porcentajes. McInnes, Cohen, McCloskey y otros investigadores siguieron innovando sobre la base de procedimientos anteriores. En 1986, Munro comercializa el primer blanqueador con un 10% de peróxido de carbamida, que tres años más tarde Haywood y Heymann lo aplican a los pacientes mediante cubetas individuales; tratamiento que incluso podía hacerselo uno mismo en el domicilio durante unas pocas semanas. De aquí nacen algunas procedimientos actuales, bastante económicos dado que se sustentan en concentraciones muy básicas. Hoy en día, el método más extendido emplea geles de peróxido de hidrógeno con una concentración entre un 20% y un 37%, que se activan químicamente y con luz fría de arco de plasma. Hay varias técnicas que pueden ser combinables si el profesional lo estima oportuno. Éstas son la microabrasión, el tratamiento con geles de peróxido de hidrógeno en consulta y el tratamiento con geles de peróxido de carbamida supervisados por el profesional, pero que se pueden aplicar en el domicilio del paciente. Conoce nuestros tratamientos de blanqueamiento dental. ¡Ven a Clínica Dental Noviembre!

voltix momentum

farmaciameg.com